domingo, 19 de septiembre de 2010

La enseñanza y los que la rodean



Este año tenemos una profesora nueva,"buenos días" y comienza exponiendo una retahíla de normas y prohibiciones absurdas y desproporcionadas, teniendo en cuenta las personas que tiene delante (éramos cinco, todos adultos y muy callados, sentados sin movernos y escuchando con sumo cuidado).
Dejo de prestarle mi  atención cuando vá por la enésima de las amenazas si se nos ocurre saltarnos las normas...
Le pregunto con que clase de personas ha tratado hasta entonces para venir amedrentándonos sin conocernos, y nos enzarzamos en una discusión. Solo me arrepiento el tono que utilicé, pues reconozco que perdí los nervios.
¿Porqué no dejamos a un lado los prejuicios? ¿Porqué no partimos de que somos todos personas civilizadas y educadas, y suficientemente responsables? ¿Porqué nos ponemos a la defensiva en lugar de ponernos en el lugar del otro?
Y tú, ¿ alguna vez tuviste un profesor/a con métodos tan estrictos?

3 comentarios:

Lola dijo...

Hola Lucy

Pues creo que nunca he asistido a un curso en el que el profesor imponga tantísimas normas. Supongo que dejaría de asistir ipso facto, pues piendo que el fruto del estudio o formación tiene mucho que ver con las actitudes de los diferentes profesores.
Unas exigencias tan determinantes supongo que pretenden conseguir una perfección total, y a mí la perfección no me gusta.
No obstante, Lucy, espero que la profe nueva se adapte a vosotros como sea.
Y mucho ánimo.

Nuria dijo...

Hola,

A mí también me ha pasado y no hace mucho con una profesora de inglés.

Supongo que la tuya es una profesora acostumbrada a dar clase a niños o a chavales conflictivos. Seguramente quería marcar el territorio y en los próximos días se vaya relajando.

Pero no creo que sea necesario ese comportamiento en una clase de adultos.

Suerte para este curso.

María dijo...

Yo sí he tenido profesores en mi juventud que eran muy estrictos, pero yo pensaba que en estos tiempos actuales la metodología que utilizan es distinta de la de antes, parece como si retrocediéramos en algunas cosas en vez de avanzar...

Un beso.