Esta película deja a flor de piel los sentimientos más profundos de cada personaje y sin caer en la lágrima fácil, nos muestra una realidad que nos avergüenza: la burocracía absurda, el maltrato psicológico de un menor, la pareja que a pesar de sus esfuerzos, no consigue frenar lo inevitable.
Desde aquí quiero reivindicar el cine español, los actores y actrices españolas, los directores, que están haciendo cine del bueno y que todavía muchos no se han enterado.
Aquí hay mucha calidad.
